SERVICIO AL ALTAR

martes, 29 de junio de 2010

Ordenados para servir a la Iglesia





ORDENADOS PARA SERVIR A LA IGLESIA





El 23 de octubre, en la Catedral de la Magdalena, en Getafe, Mons. López de Andújar presidió la ceremonia de ordenación de D. Claudio González Carrión y D. Manuel Lameiro Gil, dos nuevos Diáconos Permanentes al servicio de la Diócesis.

(extraído de la Revista Diocesana "Padre de Todos"
 
 
 
 
 
 

sábado, 26 de junio de 2010

Francisco José García-Roca López


Extraido del testimnio de Francisco José.


La época en la que ayudaba en el turno de nocturno, era cuando no existía medicación efectiva para esta enfermedad y rara era la noche en que no se moría algún enfermo, alguno incluso en mis brazos.

En la Casa del Sida compartí noche con un sacerdote, el Padre Enrique, que se metía en la capilla y le veíamos que dormía dos horas sentado, pasando el resto de la noche rezando y atendiendo a los enfermos. Desde entonces mi mujer, que entonces era mi novia, y yo quedamos con él para recibir dirección espiritual. Este verano viajamos toda la familia como voluntarios a Tánger. ¡Imaginaos a mi hija Inmaculada de tres años de voluntaria con los pobres!

DIÁCONOS PERMANENTES: ¿ NUEVA REALIDAD ECLESIAL?


Miguel Ángel Agea es, tal vez, el periodista más avezado en viajes papales. Como corresponsal de la agencia Efe en Roma durante quince años ha estado al tanto de la vida del Vaticano y de su eco en el mundo. Ahora, con la jubilación, quiere cumplir con una vieja vocación de servicio a la Iglesia, ordenándose de diácono permanente, para lo que hiciera falta menester

Luis Gonzalo Fernández Fernández


¿Qué supone para ti esta “llamada?.

El AMOR es un si, es un estar, es un acompañar, es un dar y un recibir, es un compartir, es un servir y todo eso supone una paz interior, una felicidad difícil de definir.

Si os digo la verdad no se que supone para mi, lo que verdaderamente es importante es lo que supone para los hermanos

Catholic.net - Identidad del diácono

Queridos diáconos, tal vez algunos de vosotros se sientan cansados por los compromisos gravosos, por la frustración causada por iniciativas apostólicas sin éxito y por la incomprensión de muchos. ¡No os desaniméis! Abandonaos en los brazos de Cristo: él os aliviará. Vuestro jubileo ha de ser una peregrinación de conversión a Jesús.

4. Si sois fieles en todo a Cristo, amadísimos diáconos, seréis también fieles a los diversos ministerios que la Iglesia os confía. ¡Cuán valioso es vuestro servicio a la Palabra y a la catequesis! Y ¿qué decir de la diaconía de la Eucaristía, que os pone en contacto directo con el altar del sacrificio en el servicio litúrgico?

Asimismo, con razón os comprometéis a vivir el servicio litúrgico de modo inseparable con el de la caridad en sus expresiones concretas. Esto muestra que el signo del amor evangélico no se puede reducir a lo que se llama solidaridad, sino que es consecuencia coherente del misterio eucarístico.

En virtud del vínculo sacramental, que os une a los obispos y a los presbíteros, vivís plenamente la comunión eclesial. La fraternidad diaconal en vuestra diócesis, aunque no constituye una realidad estructural análoga a la de los presbíteros, os estimula a compartir la solicitud de los pastores. La identidad diaconal manifiesta con claridad todos los rasgos de vuestra espiritualidad específica, que se presenta esencialmente como espiritualidad de servicio.

Inicio de Curso Octubre 2007 (Archidiócesis de Madrid)

Carta del Cardenal Hummes a los diáconos permanentes (Agosto 2009).

Extraído del documento:

Todavía permanece el grato recuerdo del Sínodo sobre la Palabra de Dios, que se celebró durante el pasado octubre. Nosotros, ministros ordenados, hemos recibido del Señor, a través de la mediación de la Iglesia, el encargo de predicar la palabra de Dios hasta los confines de la tierra, anunciando la persona de Jesucristo, muerto y resucitado,su Palabra y su Reino a toda creatura. Esta Palabra – como afirma el Mensaje final delSínodo – tiene su voz, la Revelación; su rostro, Jesucristo; su camino, la Misión. Conocer la Revelación, adherirse incondicionalmente a Cristo, como discípulo fascinado y enamorado, partir con Jesús y con El hacia la Misión…, es cuanto se espera, de un modo totalmente sin reservas, de un Diácono permanente. De un buen discípulo nace un buen misionero.

La llamada al Diaconado permanente

Del propio artícculo:

---"Cuando Guillermo, un chico de 8 años vecino a la zona de la rotonda de Alpargatas, en el conurbano sur de Buenos Aires, le pidió a su mamá que le hiciera una túnica blanca para ser monaguillo, ésta le preguntó: "¿Y querés ser cura como el Padre Eduardo? – No, quiero ser diácono como los dos hombres que están en el altar al lado de él...". La antigua expresión con la que alguien decía "ese joven tiene vocación…" y que se entendía como "tiene vocación para ser cura" tendrá que irse modificando con la aclaración, poco usada todavía, de "tiene vocación para diácono permanente". Afirmación que lleva a suprimir la frase que pudo verse en algún plan de pastoral: "ante la falta de vocaciones, se fomentará la ordenación de diáconos permanentes…".

viernes, 25 de junio de 2010

EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y EL SACRAMENTO DEL ORDEN, AL SERVICIO DE LA COMUNIÓN

En la celebración cristiana del matrimonio, los esposos expresan su amor y dan su consentimiento de convertirse en una sola carne y estar abiertos a la vida; este consentimiento es expresado ante un ministro ordenado que es testimonio y los bendice en nombre de Dios. La voluntad de los contrayentes de unirse toda la vida en matrimonio, sin condiciones para el futuro, y su consentimiento son esenciales en el matrimonio cristiano. Las notas distintivas del sacramento del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad.

A pesar de las dificultades con que se pueden encontrar, los esposos están llamados a vivir siempre su amor, con confianza y esperanza. La gracia de Dios les ayuda en este camino de amor y de servicio.

El amor de Cristo a la Iglesia sirve de referencia al amor de los esposos; la relación deamor Cristo-Iglesia aparece como punto de comparación y como fundamento de la relación de amor hombre-mujer; el amor de Cristo se revive en el matrimonio, se revive la alianza de Dios, la Nueva Alianza: el amor en el matrimonio es reflejo y signo del amor de Dios:

Cristo, el Señor, bendijo con abundancia este multiforme afecto nacido de la fuente de la caridad divina y establecido a imagen de su unión con la Iglesia. Pues así como, en otro tiempo, Dios se hizo presente a su pueblo mediante un pacto de amor y de fidelidad, también ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia viene a hacerse presente a los esposos por medio del sacramento del matrimonio. Y se está con ellos de manera que, así como El ama a la Iglesia y se dió por ella, de igual manera los esposos, por la mutua donación, se han de amar el uno al otro con fidelidad perpetua. El auténtico amor conyugal es integrado en el amor divino y es gobernado y enriquecido por la virtud redetora de Cristo y por la actuación salvífica de la Iglesia (GS 48).


Los esposos cristianos se han de sostener mutuamente en la gracia, a lo largo de toda la vida, fieles en el amor (LG 41).

Tesina de Licenciatura
Director: Mn. Joan Torra Bitlloch
Alumna: Montserrat Martínez Deschamps
Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona
Barcelona, 2005


Estoy crucificado con Cristo; vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.

Jose Carlos Julian

miércoles, 23 de junio de 2010

EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y EL SACRAMENTO DEL ORDEN, AL SERVICIO DE LA COMUNIÓN

Jesús ha confiado a la Iglesia la continuación de su presencia salvadora entre los hombres, por la acción del Espíritu Santo. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo; es sacramento, signo, de la presencia salvadora de Cristo, su Cabeza. La Iglesia es el sacramento de la salvación de Cristo glorioso. Los sacramentos de la Iglesia derivan de la fuerza espiritual de Cristo glorificado.

El matrimonio, como sacramento, implica una riqueza antropológica; en él se da la radicalidad del fundamento antropológico. Hay un aspecto humano, que pertenece al orden de la creación, y un aspecto divino, que pertenece al orden de la alianza.
En cuanto al matrimonio, el Concilio habla de forma positiva de la sexualidad, del matrimonio como Iglesia doméstica, de que es una comunidad de vida y de amor, de que es un sacramento permanente (LG 11,41).

El matrimonio es símbolo del amor de Dios. Desde el momento en que reciben el sacramento del matrimonio, los esposos reciben la gracia de Dios para vivir su unión y su amor según la voluntad del Padre.

El amor conyugal es un amor encarnado. El matrimonio supone el amor y es a la vez expresión encarnada y realización del mismo. El matrimonio es amor, un amor que implica el hombre total, que incluye todos los aspectos constitutivos de la realidad criatura: sentimiento y voluntad, cuerpo y espíritu, sexo, eros y ágape.

El matrimonio es una realidad creatural, y como tal, participa de la bondad y dignidad de los cuerpos creados; la sexualidad y el amor son parte de la Creación de Dios, algo intrínsecamente bueno y querido por Dios; Dios, al contemplar su obra, ve y dice que es buena (Gn 2,25). El matrimonio y la sexualidad tienen su origen en Dios, y en El encuentran su pleno sentido, son obra y don de Dios Creador (Gn 4). En la Biblia, la sexualidad y el amor entre el hombre y la mujer tienen una dimensión religiosa, con la originalidad de la fe en Yahvé Creador, origen de todo lo creado.

El encuentro entre el hombre y la mujer supone la complementariedad y la igualdad, por lo cual los dos se sitúan en el mismo plano de dignidad y valor. El hombre y la mujer reciben una misión de creatividad, de co-creación y dominio del mundo (Gn 1,28); es dentro de esta creatividad que se ha de contemplar la procreación, los hijos. Matrimonio y familia se insertan en un contexto más amplio de sociedad, en una tarea más ambiciosa de creatividad.

En el Nuevo Testamento, Juan define y nos muestra a Dios como Amor (1Jn 4,8). Jesús reconoce el valor del matrimonio, acepta el simbolismo profético e ilumina su misión con la imagen de la boda; Jesús es presentado como el esposo (Mt 9,15). Jesús ama a su Iglesia y se ha entregado a la muerte por ella; así mismo los maridos han de amar a sus esposas, como al propio cuerpo:

Igualmente, los maridos han de amar a la mujer como al propi cuerpo […] También Cristo lo hace así con la Iglesia, ya que son miembros de su cuerpo. Por esto, tal como dice la Escritura, el hombre deja el padre y la madre para unirse a su mujer, y los dos forman una sola carne. Este misterio es grande: yo entiendo que se refiere a Cristo y la Iglesia, y que también vale para vosotros (Ef 5, 23-32).

(Recensión de parte de la Tesina que se cita)

Tesina de Licenciatura
Director: Mn. Joan Torra Bitlloch
Alumna: Montserrat Martínez Deschamps
Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona
Barcelona, 2005

martes, 22 de junio de 2010

Candidato al diaconado


Jesús instituyó en la Iglesia diversos ministerios,
ordenados al bien de todo su cuerpo. Entre estos ministerios
se establece ya desde tiempos de los Apóstoles, el Diaconado.

¿QUIÉN ES?

Un hombre al servicio de los hombres: «Misericordioso, diligente, procediendo
conforme a la verdad del Señor, que se hizo servidor de todos». (S. Policarpo)

Los candidatos al Diaconado permanente:

PUEDEN SER:


Hombres casados, mayores de 35 años, con 5 años al menos de matrimonio estable, que han dado testimonio cristiano en la educación de los hijos y la vida familiar.
Miembros pertenecientes a Institutos religiosos, o miembros de Institutos seculares, mayores de 25 años viviendo en celibato.

DEBEN POSEER:


Madurez humana y cristiana, amor a la Iglesia y espíritu de oración.
Capacidad para el diálogo, sentido moral y de responsabilidad.

DISPUESTO A:


Continuar viviendo de su propio trabajo en la vida civil o religiosa e
insertos en la vida común de la gente, siendo testigos cualificados
de la vida cristiana.
Aceptar el Ministerio que le encomienda el obispo, o superior competente,
en perfecta comunión con el mismo y con los presbíteros y en estrecha conexión con los seglares comprometidos en la Iglesia.

MÁS INFORMACIÓN EN

DIÁCONOS PERMANENTES

DIÁCONOS PERMANENTES
NORMAS BÁSICAS DE LA FORMACIÓN
DIRECTORIO PARA EL MINISTERIO Y LA VIDA

El Diaconado permanente, restablecido por el Concilio Vaticano II en armonía con la antigua Tradición y con los auspicios específicos del Concilio Tridentino, en estos últimos decenios ha conocido, en numerosos lugares, un fuerte impulso y ha producido frutos prometedores, en favor de la urgente obra misionera de la nueva evangelización. La Santa Sede y numerosos Episcopados no han cesado de ofrecer elementos normativos y puntos de referencia para la vida y la formación diaconal, favoreciendo una experiencia eclesial que, por su incremento, necesita hoy de unidad de enfoques, de ulteriores elementos clarificadores y, a nivel operativo, de estímulos y puntualizaciones pastorales. Es toda la realidad diaconal (visión doctrinal fundamental, consiguiente discernimiento vocacional y preparación, vida, ministerio, espiritualidad y formación permanente) la que postula hoy una revisión del camino recorrido hasta ahora, para alcanzar una clarificación global, indispensable para un nuevo impulso de este grado del Orden sagrado, en correspondencia con los deseos y las intenciones del Concilio Vaticano II.

http://www.catolico.org/sacramentos/orden_sac/diaconos_permanentes.htm

El rito de admisión


A C T A




DON ANTONIO SOLER ARETA, Cura-Párroco de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, levanto la presente acta para hacer constar que hoy día OCHO de JULIO de DOS MIL DOS, y en esta Parroquia, por parte del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. JOAQUÍN MARÍA LÓPEZ DE ANDUJAR Y CANOVAS DEL CASTILLO, Obispo Auxiliar de Getafe, en la Santa Misa de las 20 horas realizó el rito de admisión al Sagrado Orden del Diaconado en grado permanente al candidato D. JOSE CARLOS JULIAN CASADO, el cual manifestó públicamente su voluntad de ofrecerse a Dios y a la Iglesia para ejercer el orden sagrado; La Iglesia, representada por su Obispo, al recibir este ofrecimiento, lo elige y lo llama para que se prepare a recibir el orden sagrado, y de este modo es admitido regularmente entre los candidatos al diaconado.

Y para que conste, levanto la presente acta, en Alcorcón a ocho de Julio de dos mil dos.

Alcorcón 8 de Julio de 2002.






Fdo. D. Antonio Soler Areta
El Párroco

Los primeros pasos

Alcorcón, 11 de marzo de 2001



Excmo. y Rvmo. Sr. D. Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, Obispo de Getafe.
C/ Almendro, 4
28901 Getafe (Madrid)


Muy Señor mío.

Como continuación a mi carta de fecha 27 de enero del pasado año, en la que exponía mi inquietud y voluntad por dirimir mi vocación al orden del diaconado, y siguiendo los pasos e instrucciones recibidas tanto por Vd. como por parte de mi formador, es mi deseo y así lo expreso por esta solicitud el recibir los Ministerios Laicales de acólito y lector, los cuales espero que me ayuden a profundizar en mi seguimiento a Cristo y que a través de los mismos pueda servir a mi Iglesia en los servicios que con los mismos voy a adquirir.

Quiero aprovechar estas palabras para agradecerle nuevamente el apoyo recibido y comentarle que durante este largo año transcurrido, mi vocación se ha ido arraigando y mi convencimiento de que Dios me ha llamado, ha madurado.

Con los estudios de teología, voy poco a poco, fortaleciendo mi fe y nace en mí, un ansia por transmitir a mis hermanos todo aquello que voy descubriendo. Todo esto unido, provoca en mí unos deseos de encuentro personal con Dios que gracias a el, voy aquilatando mi vida como cristiano, y fortaleciendo mi vocación de entrega consagrada al Padre y a su Iglesia.

Este recibir del Padre, también produce la inquietud de la entrega y del compromiso y confío poder ser un buen testigo de su amor. Estoy deseando dar ese primer y gran paso de la ordenación, y digo primer, porque será entonces cuando gracias al sacramento del orden, sea intermediario del amor de Cristo en este mundo, desde siempre he aceptado su amor y ahora espero que sea capaz de darlo todo a él. Así al menos se lo pido.

No es fácil tarea, teniendo en cuenta de que en nuestra sociedad cada cual va mirando por sí mismo y buscando ser más que los demás. Esta sociedad nos hace así. En ese mundo me muevo y pido a Dios que me haga su instrumento, que sea capaz de acercarles a Cristo, su salvación.

Hecho de menos los encuentros con Vd., pero entiendo que tiene poco tiempo, pero quiero que sepa que los que hemos mantenido me han sido de gran ayuda.

Por último le transmito los saludos de mi esposa, y me despido de Vd. pidiéndole nuevamente su bendición.



Fdo. José Carlos Julián Casado

lunes, 21 de junio de 2010

Madres Redentoristas.

El Monasterio de Cristo Redentor de las Madres Redentoristas, ha sido un pulmón de oxígeno al cual he acudido para poder seguir caminando.

Doy gracias a Dios por cada una de las madres a las que he conocido y pido la intercesión de aquellas que nos han dejado, y pido al Señor vocaciones para este Monasterio.

Entrevista en la Revista "Padre de Todos"



ENCUESTA PARA LA REVISTA PADRE DE TODOS




1. Breve Introducción:

Me llamo José Carlos, tengo 41 años y el pasado día 15 de septiembre, fui ordenado Diácono Permanente por D. Joaquín –Obispo Auxiliar- de la Diócesis de Getafe. Estoy casado desde hace 18 años y tengo un hijo de 15 años, y dos hijas de 12 y 8 años.

Mi profesión es la de Oficial de la Administración de Justicia que vengo ejerciendo desde hace 21 años.

Actualmente estoy destinado en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Alcorcón, si bien con anterioridad estaba en la Parroquia de Santa María La Blanca, también de Alcorcón en la cual colaboraba como Catequista.

2. En Primer Lugar, ¿Qué es un Diácono Permanente?.

Es importante señalar que un Diácono es un ministro sagrado (Sacramento del Orden), y su grado de permanente supone la estabilidad en este orden. Puede ser un hombre casado o célibe.

3. ¿Cuáles son las funciones de un Diácono Permanente?.

El ministerio (diaconía) de la Liturgia, de la Palabra y de la Caridad.


4. ¿Participáis de manera especial en la Eucaristía?. (otras funciones)

Le corresponde asistir y ayudar a aquellos que presiden la Asamblea, manifestando así a Cristo Servidor. En al altar desarrolla el servicio del cáliz y del libro; propone a los fieles las intenciones de la oración y los invita a darse el signo de la paz. Es propio del diácono proclamar el Evangelio.
Como ministro ordinario de la sagrada comunión la distribuye durante la celebración, o fuera de ella, y la lleva a los enfermos también en forma de viático.
Asimismo es ministro ordinario de la exposición del Santísimo Sacramento y de la bendición eucarística.
También es ministro ordinario del bautismo, y si recibe la facultad de parte del párroco o del Obispo puede presidir la celebración del matrimonio extra Missam e impartir la bendición nupcial en nombre de la Iglesia.

5. ¿Tenéis una formación especial?. Cómo se prepara uno para ser Diácono Permanente?. (Antes y Durante).

Si, es necesario al menos 3 años de Estudios en Teología, y una formación permanente.

6. ¿Cuántos Diáconos Permanentes hay en la Diócesis?.

Después de mi reciente incorporación somos 5.

7. ¿Estás Casado?. ¿Hay que estarlo?.

Si, aunque puedes optar al Diaconado Permanente, siendo soltero, haciendo promesa de celibato.

8. Qué piensa tu esposa de esto?. ¿Te apoya?.¿Cuál es su papel dentro del Diaconado Permanente?.

Está contenta ya que sabe que es una opción, que a su vez es respuesta a una vocación.

Por supuesto me apoya.

Gracias al Sacramento del matrimonio, que santifica nuestro amor y lo constituye signo eficaz de amor con el que Cristo se dona a la Iglesia, es un don de Dios y alimenta mi vida espiritual. Este amor que nos une se hace donación interpersonal, mutua fidelidad, fuente de vida nueva, y, sostén en los momentos de alegría y de dolor.

9. También te han nombrado recientemente Delegado de Misiones?. Cuando, Por qué.

Si, recientemente.

A esta segunda cuestión, habría que preguntárselo a nuestros queridos Pastores, a los que espero no defraudar en sus expectativas.

10. Qué aspectos piensas tú que hay que potenciar más o seguir potenciando dentro de la Delegación de Misiones?.

Esta Delegación ha funcionado maravillosamente hasta la fecha, lo que me gustaría que continuara. Seguiría potenciando la concienciación hacia el Pueblo de Dios y sus Pastores de la importancia de la misión Ad gentes, y el apoyo hacia nuestros misioneros.

domingo, 20 de junio de 2010

Celebración de la Eucaristia en el Encuentro Nacional de la Infancia Misionera

 
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Carta de agradecimiento

Alcorcón, 16 de septiembre de 2002.

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Queridos hermanos:


Siempre hay un motivo para dar gracias a Dios, si bien el día de ayer fue una ACCIÓN DE GRACIAS continua.

Ya es de por si enriquecedor para uno, el sentirse llamado por Dios, el sentirse elegido por Él para servirle y máxime cuando uno no es nada ni nadie, cuando uno se siente incapaz ante la gran misión que es hacerle presente en este mundo, pero no podéis imaginaros lo que siente uno cuando Dios derrama su amor y lo hace a través de mis hermanos, esto es, de vosotros.

Hace mucho tiempo, que tuve la gran dicha de vivir en Comunidad. Siempre he añorado esa experiencia y ahora junto con mi familia, tengo la oportunidad de formar parte de la vuestra, lo que nos hace muy felices.

Estad seguros que estas muestras de amor por parte de Dios hacia mí, tienen caras, y son caras que tendré el gozo de compartir durante mi vida, y, a las que además me he consagrado para servirlas.

Espero siempre estar a vuestra altura y sobre todo daros aquello que he recibido de Dios, AMOR.

Quiero que pidáis conmigo todos los días, para que gracias a la oración «encuentro personal e íntimo con Él» y a los sacramentos, especialmente a través de la Eucaristía, os ayude a vosotros a ese mismo encuentro con este Dios Trinitario. Que gracias al espíritu que se ha derramado sobre mi, mi corazón se inunde de su amor.

Podría escribir cien folios, y nunca terminaría de expresar mi agradecimiento, por eso termino diciendo que os quiero y que nos encontramos muy felices con vosotros.


José Carlos Julián Casado
Diácono

El comienzo.

La Iglesia está llamada a predicar la misericordia y el perdón y a educar en la misericordia y en el perdón. A la Iglesia el Señor le ha confiado el ministerio de la reconciliación. La reconciliación de los hombres con Dios, la reconciliación de los hombres entre sí y la reconciliación de cada uno consigo mismo.

Querido José Carlos, en esta Iglesia, sacramento de reconciliación y amor, en esta Iglesia llamada a predicar el Evangelio de la misericordia, vas a ser hoy ordenado diácono.

Dentro de un momento, por la imposición de mis manos y la invocación al Espíritu Santo, vas a ser injertado en el sacramento del orden, para ser signo de Jesucristo que ha venido al mundo no para ser servido, sino para servir, y dar su vida por todos.

Tu tarea, José Carlos, va a ser la de ser intérprete de las necesidades y los deseos de la comunidad cristiana. Tu tarea es la de estar al servicio del pueblo de Dios, en la diaconía de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Vas a ser llamado al oficio de enseñar para proclamar la Palabra de Dios, y para instruir, exhortar al pueblo, como expresaremos cuando te haga entrega del libro de los Santos Evangelios. Vas a ser llamado a santificar, al oficio de santificar mediante la oración, la administración solemne del Bautismo, la conservación y distribución de la Eucaristía, y la presidencia de los ritos exequiales. Que la Eucaristía sea, José Carlos, el centro de tu vida, que la Eucaristía lo llene todo. Y finalmente, vas a ser llamado para el oficio de la caridad, que es el oficio más característico del diácono, animando a la comunidad cristiana, en su deber sagrado de cuidar a los pobres. Que toda tu vida, José Carlos, en este misterio que la Iglesia te confía, esté siempre marcado por el signo de la misericordia, del perdón y de la reconciliación, unido a Jesucristo, el siervo de Dios, el siervo de Yaveh (cf Isaias 42), que vino a dar cumplimiento a la profecía de Isaías, anunciando a los pobres la buena noticia, proclamando la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos, y proclamando el año de gracia del Señor (cf Isaías 61, 1-2) . Y todo esto que la Iglesia te confía y esta espiritualidad que brota del ministerio diaconal deberás integrarlo armónicamente, con la ayuda del Señor, en esa otra espiritualidad que brota de un sacramento que ya has recibido, el sacramento del matrimonio. Junto a tu esposa Rosa, que con tanto cariño y tanta generosidad te ha acompañado en tu formación al diaconado, has de vivir y potenciar tu vocación y misión como esposo y como padre. Siendo, junto a tu mujer, signo del amor inquebrantable e indisoluble del amor de Cristo por su Iglesia, y haciendo juntos, de vuestro hogar, una pequeña Iglesia doméstica, en la que vuestros hijos crezcan felices alabando a Dios y progresando en el amor a Dios y a los hermanos.

Extracto de la Homilia de Ordenación diacaonal 15/09/2002