SERVICIO AL ALTAR

sábado, 26 de junio de 2010

Carta del Cardenal Hummes a los diáconos permanentes (Agosto 2009).

Extraído del documento:

Todavía permanece el grato recuerdo del Sínodo sobre la Palabra de Dios, que se celebró durante el pasado octubre. Nosotros, ministros ordenados, hemos recibido del Señor, a través de la mediación de la Iglesia, el encargo de predicar la palabra de Dios hasta los confines de la tierra, anunciando la persona de Jesucristo, muerto y resucitado,su Palabra y su Reino a toda creatura. Esta Palabra – como afirma el Mensaje final delSínodo – tiene su voz, la Revelación; su rostro, Jesucristo; su camino, la Misión. Conocer la Revelación, adherirse incondicionalmente a Cristo, como discípulo fascinado y enamorado, partir con Jesús y con El hacia la Misión…, es cuanto se espera, de un modo totalmente sin reservas, de un Diácono permanente. De un buen discípulo nace un buen misionero.